La música es aquel aire caliente que atraviesa el alma, aquella brisa que te inunda de recuerdos y sentimientos, transportando a la gente a lugares llenos de esa sensación de paz y alegría que sólo ella puede entregar.
La música es un arte, una expresión, un estilo, un sentimiento. Es ese pedazo de ti que quiere ser libre, y que salta de nota en nota buscando la felicidad, la que se esconde entre acordes y sinfonías.
La música es un mundo nuevo, en el cual la represión y la discriminación no existen, en el cual te sientes pleno, sin ataduras.
La música es aquel medio de comunicación no clasificado, con el cual puedes crear ambientes, situaciones e ideas totalmente reales y cercanas, tan claras como si las vieras.
Es sinceramente la voz de Dios, es el mensaje de la vida hacia cada uno de nosotros, entregado a través de aquellos escogidos, a los que les fue otorgado el maravilloso don de la voz.
La música es una forma de relajación, de liberación espiritual.
Si nunca has sentido a Dios cantando en tu oído, de manera difícil podrás comprender esto.
Qué pena aquellos que no han tocado un instrumento musical, y sentido sus dedos volar en ellos, liberando por la punta de estos cada tensión o problema.
Qué pena aquellos que no saben lo que es la sensación de paz que te inunda al cantar, esa paz que sólo se puede lograr al emitir una nota tras otra, formando melodías que quedan colocadas en partitura en el aire, y que cada vez que respiras en ese lugar inhalas aquel aroma a armonía que te llena de la cabeza a los pies.
Qué pena aquellos que no sienten el ritmo de la vida en su plenitud, y que se viven quejando de su tempo, incapaces de disfrutar cada día con alegría, apreciando el tono y color de este, aun cuando no sea de su total agrado... por lo menos tiene uno.
La música es todo, es lo que está en mi y en ti, es lo que hace mover el mundo, en lo que se basan los sueños.
La música es simplemente la parte más importante en la vida de alguien... aunque ese alguien no lo sepa.
EB.-*