"Sin Reservas"

¡Qué tal!

He encontrado una pequeña manera de animarme otra vez: ver películas como loca. Las vacaciones, por lo general, significan viajes y pasarlo bien. Pues no he hecho casi nada de eso, por lo que me he dedicado a avanzar con mi súper lista de películas y libros pendientes. Poco a poco les iré contando más de eso, reseñando una que otra cosita.

Hoy es el turno de una película bastante antigua llamada "Sin reservas".


                                           


























Es del 2007, el título original es "No reservations", y cuenta con Catherine Zeta-Jones y Aaron Eckhart como la parejita principal. También actúa la en-ese-tiempo-pequeña Abigail Breslin (a la cual adoro desde "Pequeña Miss Sunshine").

Se trata de una reconocida chef, Kate Armstrong (Zeta-Jones), que comienza a colapsar una vez que su hermana fallece, y debe hacerse cargo de su pequeña sobrina, Zoe (nuestra pequeña Abigail). Con cero experiencia como madre, y sin conocer realmente a la hija de su hermana, comienza a desarrollarse un drama tenso y complejo. Al mismo tiempo, aparece Nik Palmer (Eckhart) como nuevo chef de apoyo en el restaurante donde Kate trabaja, produciéndose roce entre ambos, debido a las atrevidas decisiones y actitudes del nuevito. De allí en adelante, lo que sucede va de la mano del crecimiento y aprendizaje de la protagonista, que debe transformarse y ceder en cosas que no tenía previstas.

La película en sí en interesante. Me encanta como usar esa palabra te deja con la duda de que si al final era buena o mala.
Es típica, los giros son leves, seudo dramáticos, y conlleva todos aquellos elementos que caracterizan a este tipo de producción. Nada sorprendente, pero tampoco es que te quedes dormido a mitad de la película (aunque si tienes sueño, es obvio como terminarás).
Me gustan las películas de cocina, de chefs, de recetas. Me gustan los ambientes "tras bastidores" de los restaurantes, o por lo menos como los recrean en el cine. Por eso, era evidente que me iba a agradar.
Pero de cierta manera fue fome. Creo que no logró llegar a ninguno de los puntos de manera profunda; es decir, pensé que iba a llorar en algún momento a partir del concepto de la mujer que no sabe que hacer ahora que su hermana murió, o del de la pequeña niña, huérfana de madre, incomprendida por su tía que no sabe que es de su vida. Pues pensé terriblemente mal (y eso que es fácil hacerme llorar estos días).

Si no tienen nada más que hacer, véanla.

¡Saludos!







Emma Bennett.-*