sábado, 30 de octubre de 2010
Ayer
Ya está aceptado. El dolor se ha ido, el amor también. Es extraño confrontar la realidad con otros ojos, otros que no se fijan en tu rostro, en tu ser. Caminar a tu lado me confunde. Los recuerdos de aquel tiempo reviven en mi y ya no hay mas que estelas de quietud en mi cabeza. Tu sonrisa aún me embelesa y conquista de vez en vez, pero mi corazón no se desboca por tu llamada, ni mis manos tiemblan por tu mirar. Talvez ahora, que todo se ha convertido en parte del ayer, pueda confesar aquel oculto sentimiento que me embargaba cada vez que sentía tu presencia. Solo talvez.... No, no me arriesgaré.
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