Sexta parte de mi primer cuento:
-Entonces vuelvan a su casa y nadie pasará por la sequía, pero les adviero que si mueren en el intento de sobrevivir, su alma quedará para el diablo, pero si sobreviven seguirán su vida normal.
-¿No cree que una semana sea mucho tiempo?- pregunta Emily -¿qué le parece cinco días máximo?-Bueno, pero solo cinco días, ni más ni menos. Aunque si quieren más, cosa suya.-no gracias. Entonces cinco días sin líquidos- dijo Felipe-Exacto.Los dos "amigos" se fueron contentos y tristes, ya que habían salvado a su pueblo y estaban saliendo, pero ellos deberían enfrentar una grave condición impuesta por la bruja.Cuando llegaron al pueblo no notaron diferencia alguna en el clima, pero confiaron en que al otro día estaría mejor. Dicho y hecho. Cuando se levantaron sintieron nuevamente la refrescante brisa otoñal. Durante toda la noche había llovido en la ciudad, las calles estaban llenas de gente que disfrutaba el húmedo día, todos disfrutaban excepto Emily y Felipe, que cuando trataban de caminar sobre el agua del piso, este se evaporaba y no alcanzaba ni a rozar sus pies.Cuando ya llevaban tres días de castigo, los dos amigos se juntaron, muy tarde para el parecer de los papás, en la plaza para conversar y planear cómo iban a sobrevivir esos dos días que le faltaban por sufrir, dicho de alguna forma, la maldición impuesta por la bruja. A Emily se le ocurrió que podrían volver a intentar beber agua, cosa que no había funcionado durante esos días. Comenzaron a acercarse a un árbol del que caían gotas de agua de una de sus ramas, ya que había llovido bastante, colocaron su boca debajo del árbol y, con mucha alegría, pudieron beber agua.Después de beber bastante agua se volvieron a sentar y comentaron lo recién ocurrido. Estaban en eso cuando una luz los cegó por unos segundos y luego se encontraron de nuevo delante de la casa de la bruja, pero estaba distinto. ¡Se estaba quemando! En eso vieron que la bruja salía disparada de la casa, siguió corriendo, los tomó a los dos de la mano, y se los llevó de ahí. Cuando estuvieron lejos de la casa, la bruja les dijo:-ustedes bebieron agua hoy, ¿cierto?-si, pero...- dijo la niña nerviosa.-no digas más- y los siguió tironeando.-pero, ¿qué es lo que pasa? ¿Por qué su casa estaba en llamas?- dijo Felipe.La bruja parando les dijo:-lo que pasa es que mi jefe se enteró que ustedes dos habían podido librarse de la maldición--¿Por qué pudimos romper la maldición?-¿Por qué preguntas niño insolente? ¿No viste la hora que era? Yo estaba dormida, y las maldiciones no funcionan mientras la persona que la realizó este dormida ¿acaso no lo sabían niños tontos?-No, no lo sabíamos- dijo Felipe-... yo sí...- dijo con tristeza Emily.
EB.-
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