jueves, 25 de noviembre de 2010

Historia de Cientos



Había una vez una historia, trillado cuento de hadas, en que el príncipe caballero, elegante y tenaz, acudía a un castillo en busca de la princesa que esperaba por él. La princesa esperanzada miraba por la ventana, desde el amanecer hasta el ocaso, tan sólo imaginando ver llegar a su encantado. 
Un día sus ojos, incrédulos y asombrados, dichosos vieron descender de un tranquilo caballo a su príncipe.
La historia continuaba. Misma sintonía, mismos colores, mismo final.
Hasta que un día el viento del sur, envidioso de la calidez de su amor, sopló firmemente sobre las dispersas letras, creando un barullo de mil palabras, que se llevaban al girar cada parte de aquel bello y clásico final.

Princesa, princesita, ¿qué harás ahora sin final?, ¿qué sucederá con vuestro amor, y con el castillo que os cobija?.
Astucia resaltaba de aquella mujer, y con la fuerza del destino, la tinta de su amor y las manos del alma suya y de su caballero, creó su final, su deslumbrante desenlace.
La perfección del viejo y tradicional escritor no superaba el sentimiento puro e irreal de la princesa, y los sueños, antes intactos, inmóviles, hoy se mueven junto a la vida, que aquella vieja pareja ha logrado escribir.










MJ.-*

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